Libro de Giancarlo Livraghi – El poder de la estupidez

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Observaciones sobre el poder de la estupidez
en Foro Ere – 16 julio 2010




Fácil de leer
para el verano


No hay un tratado completo y universal sobre la estupidez humana, pero su impacto en la Historia ha sido comentado por numerosos pensadores. Giancarlo Livraghi, un estudioso de la comunicación, se ocupa del asunto en un libro fácil de leer para el verano que se titula El poder de la estupidez.

El autor italiano sostiene que la estupidez mueve el mundo y que “en cada uno de nosotros reside un factor de estupidez que es siempre mayor a lo que creemos”. La globalización ha extendido el conocimiento, pero también la estupidez se ha difundido como una especie de virus. (.......)

Nuestra vida está salpicada de ocasiones en que sufrimos pérdidas de dinero, tiempo, energía, apetito, tranquilidad y buen humor por culpa de las dudosas acciones de alguna absurda criatura a la que, en los momentos más impensables e inconvenientes, se le ocurre causarnos daños, frustraciones y dificultades, sin que ella vaya a ganar absolutamente nada con sus acciones.

Nadie sabe, entiende o puede explicar por qué esta absurda criatura hace lo que hace. En realidad no existe explicación – o mejor dicho – solo hay una explicación: la persona en cuestión es estúpida.

La mayoría de las personas estúpidas son fundamentalmente y firmemente estúpidas, en otras palabras, insisten con perseverancia en causar daños o pérdidas a otras personas sin obtener ninguna ganancia para sí, sea esto positivo o negativo. Pero aún hay más. Existen personas que con sus inverosímiles acciones, no solo causan daños a otras personas, sino también a sí mismos. Estas personas pertenecen al género de los superestúpidos. (.......)

Estos días vimos como Cadenas nacionales emitieron en directo el vaticinio de un pulpo sobre la final del Mundial como si fuera un Debate del estado de la Nación. Sobre el pulpo han fijado posición todo perro gato. El pulpo arrasa en la red y ha dado lugar a debates, ha dado lugar a la estupidez. (.......) Pero que mala suerte, expertos en cálculos y probabilidades se han visto en la obligación de aclararles que la capacidad adivinatoria del pulpo no tiene base científica. (.......)

Esencialmente, los estúpidos son peligrosos y funestos porque a las personas razonables les resulta difícil imaginar y entender un comportamiento estúpido.

Una persona inteligente puede entender la lógica del malvado. Las acciones de un malvado siguen un modelo de racionalidad. (.......) Con una persona estúpida todo esto es absolutamente imposible. Una criatura estúpida os perseguirá sin razón, sin un plan preciso, en los momentos y lugares más improbables y más impensables. No existe modo alguno racional de prever si, cuándo, cómo, y por qué, una criatura estúpida llevará a cabo su ataque. Frente a un individuo estúpido, uno está completamente desarmado.

Puesto que las acciones de una persona estúpida no se ajustan a las reglas de la racionalidad, de ello se deriva que generalmente el ataque nos coge por sorpresa incluso cuando se tiene conocimiento del ataque no es posible organizar una defensa racional, porque el ataque, en sí mismo carece de cualquier tipo de estructura racional. (.......)

Pero el problema son los incautos, ellos están imbuidos en la candidez lo que produce, si estos son mayoría, que los estúpidos tengan mayor fuerza, incidencia y eficacia (.......) ya que llegan con la sonrisa en los labios, como si hiciese la cosa más natural del mundo, y echar a perder tus planes, destruirá tu paz, te complicará la vida y el trabajo, hacerte perder dinero, tiempo, buen humor, apetito, productividad, y todo esto sin malicia, sin remordimientos y sin razón. Estúpidamente.

“por Pobrecito Hablador”  



Una larga parte de este artículo, aquí omitida, se refiere
a las Leyes de Cipolla y a negociaciones sindicales
en las fábricas de Iveco en España. [g.l.]


 
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