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Los mil caminos
del opensource

Articulo de Giancarlo Livraghi gian@gandalf.it
en NetForum – febrero 2002

Traducción de María Copani mcopani@sion.com y Pino Laurenza lauren@uni.net


 
 

Desde hace dos o tres años el tema de la transparencia y de la compatibilidad en el software y en la comunicación online ha dejado de ser un tema del cual se ocupan sólo los “especialistas” o pocas personas particularmente interesadas en la calidad y la libertad de diálogo y de información. Aún es “marginal” respecto al gran fracaso de cosas mucho menos imporantes, pero se habla ocasionalmente del tema, incluso en los mass media.

Es igualmente reciente, pero sigue desarrollándose, otro fenómeno interesante: el creciente interés por las soluciones opensource por parte de las empresas – incluidos grandes protagonistas “históricos” como Ibm y otros grandes operadores de la informática, como la reciente fusión de Compaq y Hewlett-Packard. Aún existe un subterráneo, pero creciente, empeño por parte de gobiernos y administraciones públicas en medio mundo (mientras las “autoridades” y las grandes empresas italianas continúan insistiendo con ciega obstinación en la dirección equivocada).

No se trata de un “duelo” entre dos únicas soluciones, ni de un choque frontal entre dos ejércitos homogéneos y contrapuestos. No es tampoco la revolución de un “nuevo” (las soluciones abiertas y en particular Linux) contra un “viejo régimen” (los sistemas cerrados y en particular el monopolio Microsoft). No es una insurrección de románticos soñadores, sino un sistema concreto de soluciones prácticas y funcionales.

La situación es intrincada y compleja. Con una infinidad de hechos y evoluciones que, al menos hasta ahora, no dan lugar a un cuadro organizado o coherente. Más que una guerra parece una guerrilla, en la cual el corpachón degenerado e infectado de los sistemas desafortunadamente más difundidos es atacado sobre mil frentes por una variedad de soluciones y situaciones diversas, más o menos “pequeñas” pero unidas por una mayor apertura, transparencia y compatibilidad – y por su capacidad biológica de “co-evolucionar”, de verificarse y mejorarse recíprocamente.

Sucede con frecuencia, en la historia de las cosas humanas, que la evolución y la innovación ocurren en este modo. Sin un plan ordenado y programado, sino por una más o menos espontánea, darwiniana evolución de una infinidad de fenómenos aparentemente diferentes – en la cual se mezclan cosas nuevas y otras que nuevas no son, pero parecían apagadas u olvidadas.

Estas evoluciones existen, por fortuna, incluso en Italia. Pero más que en otros lugares están dispersas en una infinidad de iniciativas – frecuentemente sólidas y eficientes, pero descuidades e ignoradas, e incluso a menudo obstaculizadas, por la “cultura dominante” (política, administrativa, de las grandes empresas, de la información y de la formación). En cambio la libertad, la apertura y la compatibilidad deberían ser cultivadas e impulsadas con particular atención precisamente por nosotros. En el frente de las grandes concentraciones y de los sistemas cerrados la partida está perdida – no tenemos ninguna posibilidad de competir. En un cuadro más libre, abierto y múltiple, la prepotencia de la “fuerza de choque” es menos eficaz, hay mucho más espacio para el ingenio, la fantasía, la flexibilidad. Donde hay verdadera libertad y apertura de comunicación, las ocasiones son extraordinariamente más ricas para Europa – y en particular para Italia.

Lo importante es entender que el concepto de compatibilidad y de soluciones abiertas no concierne sólo la disponibilidad del “código fuente” en el software (es decir, open source) sino más ampliamente toda suerte de aplicaciones y recursos, incluidos los “protocolos” sobre los cuales se basa la internet y los “lenguajes” con los cuales se organiza la comunicación online. Estas soluciones, desde los orígenes, nacieron “abiertas” y sustancialmente lo son aún hoy. Sólo con una plena compatibilidad y apertura es posible un buen funcionamiento de la internet. Todo intento de encerrarla, presionarla o deformar los sistemas haciéndolos menos compatibles va contra la naturaleza intrínseca de la red. Tarde o temprano termina volviéndose contra quien adopta esos planteamientos equivocados.

La libertad y la apertura no son sólo exigencias fundamentales de la cultura humana y de la sociedad civilizada. Son también una ventaja para el business. Las soluciones abiertas no son sólo más administrables y menos costosas. Son también mucho más confiables y eficientes.Quien se encierra, o se deja encerrar, en sistemas o lenguajes condicionantes e incompatibles, al final se encontrará hablando solo con sí mismo – y sofocándose en el tufo de un ambiente privado de cambios, de aire y de respiración. Las insoportables y onanistas “decoraciones” de las cuales ha llenado sus aisladas propiedades no tendrán más valor que los graffiti sobre los muros de una prisión.




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